Los robots sexuales aumentan el potencial de violencia de género.

Los robots sexuales aumentan el potencial de violencia de género.

Los robots sexuales llegaron a los titulares después de que la cómica americana Whitney Cummings llevara a una robot con el mismo aspecto que ella a su especial de Netflix: Can I Touch It?

27 AGO, 2019

A medida que la Inteligencia Artificial y la Robótica avanzan y producen robots sexuales más reales, existe el potencial de un aumento en la violencia basada en el género.

Los robots sexuales llegaron a los titulares después de que la cómica americana Whitney Cummings llevara a una robot con el mismo aspecto que ella a su especial de Netflix: Can I Touch It?

RealBotix, la compañía que hizo el robot de Cummings dice que desde el especial, se ha incrementado la demanda por sus robots. Los robots sexuales llevan bastante tiempo en el mercado. La industria de juguetes sexuales es una de las industrias de más rápido crecimiento del siglo 21, con un valor estimado de 30 billones de dólares. Más del 40% de hombres que participaron en una encuesta online dijeron que podían verse comprando un robot sexual en los próximos cinco años.

En 2017, RealBotix, creó el primer robot sexual con inteligencia artificial (IA), llamada Harmony. Con los avances en el desarrollo de IA unidos a la creciente demanda, existe la necesidad de considerar las implicaciones éticas de los robots sexuales a nivel cognitivo y emocional.

En Neuroethics Canada, analizan los problemas que surgen cuando se unen ética, neurociencia y neurotecnología día tras día. Farhad Udwadia es un estudiante de Medicina en la "University of British Columbia" y graduado en el máster de Bioética de la "Harvard Medical School". Judy Illes es una profesora de neurología de la Universidad de "British Columbia" y lleva muchos años escribiendo sobre ética, neurociencia y problemas de las mujeres.

Uno de los problemas éticos que acompañan a la oleada del uso de robots como Harmony es el potencial que tiene para reforzar estereotipos de género dañinos.

Esto puede ocurrir bien sea por la apariencia de Harmony o por los roles programados en su identidad. La apariencia física de Harmony refleja los estereotipos de belleza femenina - por ejemplo, pechos grandes y cintura pequeña. Estos estereotipos tan sexualizados que marcan cómo debería ser una mujer físicamente atractiva son peligrosos. Los estudios han demostrado que el retrato hipersexualizado de mujeres en los medios se traduce en un aumento del acoso sexual y de la violencia hacia las mujeres. La construcción de estos robots sexuales refuerza ideas negativas sobre identidad y roles en las relaciones sexuales.

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