L.O.C.A Comedy: Orgulloses de hacer comedia
El primer open mic LGBTQ+ friendly de Barcelona vuelve tras cerrar su primera temporada por todo lo alto en pleno mes del Orgullo.
Hoy vamos a empezar esta crónica por el final, el momento en el que se cierra el telón del show al que acabamos de asistir y salimos al encuentro de Andrea (cual cutres paparazzis) para felicitarle y hacerle algunas preguntas para escribir estas líneas con algo de fundamento.
Estamos exultantes, como si acabáramos de salir de “la fiesta del año”, y se puede percibir esa misma energía entre los pequeños grupos de público más rezagado, que - quizás en un intento subconsciente de eternizar esa sensación de euforia - se resiste a abandonar los alrededores del Teatre Almeria.
Andrea Farina, sin duda uno de los cómicos más en forma del circuito de stand-up comedy de Barcelona - y director del L.O.C.A Comedy - nos recibe con una sonrisa de oreja a oreja y la barba pintada de azul. Un brillo de satisfacción ilumina su rostro y no solo porque la noche haya sido perfecta, sino también por - intuímos - el orgullo del trabajo bien hecho, de haber conseguido sacar adelante una primera temporada de éxito rotundo con un show que empezó casi como un experimento y que se ha revelado como absolutamente necesario para garantizar la buena salud del circuito de comedia de la ciudad.
Hoy, casi tres meses después, seguimos recordando aquella noche como uno de los mejores eventos de comedia del año y, ahora que el primer open de comedia LGBTQ+ de Barcelona ha regresado con una segunda temporada, os contamos todo lo que necesitáis saber - y más - sobre el L.O.C.A Comedy.
¿Por qué el L.O.C.A Comedy?
Cuando Andrea cayó en la cuenta de que a lo largo de su trayectoria en el circuito de stand-up comedy de Barcelona no parecía haber cómiques del colectivo LGBTQ+ y de que la representatividad entre el público era también anecdótica, se hizo muchas preguntas: ¿Acaso a la gente del colectivo no le interesa la comedia? ¿Por qué en Barcelona no tenemos un open-mic LGBTQ+, como existen en muchas otras grandes ciudades como Nueva York, Londres o Madrid? ¿Dónde están lxs cómicxs del colectivo?
Después de una primera temporada por la que han pasado casi treinta cómiques LGBTQ+ y haber demostrado el interés del público sold out tras sold out, la respuesta a esas preguntas es ahora clara.
Andrea nos explica que es un fenómeno que se retroalimenta.Muches artistas del colectivo encuentran difícil introducir temáticas LGBTQ+ en sus rutinas por la respuesta que puede tener entre el público más tradicional y predominante en los shows de stand-up más generalistas.
No se refiere a actitudes homófobas. De hecho, afirma que hasta el momento no ha tenido que enfrentarse a ese problema en el circuito de stand-up de Barcelona, aunque sabemos - nos lo contó en su unipersonal ‘Finóquio’ - que fuera de la gran ciudad, las cosas no han sido tan fáciles.
Entonces ¿cuál es el problema?
Se trata, sobre todo, de la mágica conexión cómica que se produce cuando el público se siente identificado en las experiencias y reflexiones de la persona que está sobre el escenario haciendo humor.
Como audiencia, puedes esforzarte un poquito en extrapolar los chistes a tus propias experiencias y divertirte muchísimo, pero, de repente, un día, ves actuar a alguien con un mensaje, unas experiencias y un humor que parecen hablar directamente contigo y te explota la cabeza. ¿Implica eso que sólo tengamos que consumir aquello con lo que nos sintamos representados? No, en absoluto, pero la frase“es gracioso porque es verdad” se maximiza cuando esa verdad, es la tuya.
Una verdad que, en términos generales y salvo contadas excepciones, durante mucho tiempo ha venido siendo la de hombres blancos-cis-heteros (por muy diferentes que sean sus estilos o discursos),lo que ha derivado en que una parte importante del público potencial de comedia (mujeres, personas LGBTQ+, racializadas, etc) se hayan apartado del circuito convencional al no encontrar variedad en los discursos y realidades que representan. Un porcentaje de población (más del 50% en el caso de las mujeres) que fenómenos como 'Estirando el Chicle' y 'Riot Comedy' han sabido arrastrar, acercando el humor a una audiencia que hasta ahora no consumía comedia o había dejado de hacerlo por el hastío de escuchar siempre los mismos relatos.
De esta forma, el público general de los shows de stand-up tradicionales, tiende a seguir estando formado por personas normativas, sobre todo hombres que (igual que nos pasaba antes a quiénes no acabábamos de conectar con según qué cómicos),aún sin maldad, tienen problemas para sentirse reflejados en el relato cuando trata temas que versan sobre la diversidad. Y esto es algo que lxs artistas del colectivo saben.
Así que para ahorrarse problemas y que la audiencia pueda enfrentarse a sus textos de manera relajada, suelen renunciar a hablar, reírse y hacernos partícipes de sus risas cuando se trata de temas relacionados con su orientación sexual o identidad de género.
Un aspecto realmente importante en su propia construcción como personas que prefieren obviar porque saben que los chistes no van a funcionar igual, por miedo a la frialdad del público al enfrentarse a temas desconocidos, o quizás por miedo a que reduzcan su comedia - su trabajo - a la etiqueta “LGBTQ+” de la misma forma que se minimiza la comedia hecha por mujeres bajo la etiqueta de “femenina”, como si toda fuera igual o como si fueran “cosas de chicas” y punto (¿y qué si lo fueran?).
Aunque Mai Boncompte, co-presentadora del L.O.C.A Comedy bromea con que en el mundo del teatro “todo el mundo más o menos es del ambiente, aquí todo somos maricones y bolleras”, lo cierto es que en el circuito de open-mics no hay muchxs profesionales del humor que hablen abiertamente de su orientación sexual o identidad de género. Y aquí es dónde reside la clave del asunto, y es que, el hecho de que no haya apenas representatividad sobre el escenario propiciaría, a su vez, la presencia de una audiencia mayoritariamente normativa. Una pescadilla que se muerde la cola, que dificulta el acercamiento al mundo de la comedia de nuevos públicos y el emerger de artistas del colectivo (que puede que ni se planteen hacer humor debido a la falta de referentes).
Por eso es importante que existan proyectos como el L.O.C.A Comedy, que suponen un espacio seguro para las personas LGBTQ+ que quieran probar el veneno de la comedia, mejorar sus habilidades y expresarse libremente, a la vez que hacen llegar el mundo del stand-up y las bondades del humor a público que de otra manera quizás no se habría acercado en su vida a un open-mic por evocarle aromas a Brummel caducado.
Farina apunta también a un cambio en las demandas del público: “Muchas realidades, que seguimos siendo minoría, exigimos una mayor sensibilidad a la hora de hacer chistes. Es decir, se puede hacer humor de todo pero creo que pedimos que se suba el listón. Ya no nos valen chistes fáciles sobre el colectivo y obviamente bloques que funcionan en un escenario donde el público es mayoritariamente heterosexual quizás en el L.O.C.A. no funcionan o funcionan menos. Aquí entra el discurso sobre los límites de humor, es decir, se puede hacer humor sobre todo pero no todos pueden hacer humor sobre todo: si eres gay, bollera, trans, o bi puedes permitirte ironizar sobre tu condición, si es un comico hetero la cosa cambia, el público pide que hables desde el conocimiento real y no desde estereotipos o clichés.”
Una primera temporada de éxito
El L.O.C.A Comedy es un open-mic mensual de stand-up comedy con tintes cabareteros que estuvo nominado en la categoría de “Mejor monólogo cómico” en los Premios Teatro Barcelona 2020 después de tan sólo dos ediciones y que ayer (jueves 16 de septiembre de 2021) volvió a la carga con una nueva temporada.
Lo que empezó en un enero de 2020 pre-pandemia casi como un experimento, ha acabado por exceder cualquier expectativa y (a pesar de las interrupciones forzadas por el cierre de teatros) en sus diez ediciones, el L.O.C.A Comedy ha contado en total con la actuación de casi treinta cómicas, cómicos y cómiques del colectivo y aproximadamente diez ‘heteros’ invitadxs. Todo aderezado con performances artísticas de drag, música, danza y flamenco y conducido por una pareja de artistas, Andrea Farina y Mai Boncompte, que son, sin duda alguna, sinónimo de calidad.
Mai Boncompte acumula a sus espaldas años de dedicación a la interpretación. Estudió y trabajó con la compañía de teatro 'La Cubana', ha participado en diversas producciones audiovisuales como ‘L'enigma Verdaguer’ o ‘Matar al Padre’ y aunque a lo largo de su trayectoria ha colaborado con varios grupos de impro, ahora tiene su propia compañía, 'Fem Impro', especializada en abordar los temas con perspectiva de género y LGBTQ+. De Andrea os hemos hablado ya en diversas ocasiones, no en vano es uno de los cómicos más en forma (y de los que más rápido han crecido) en el circuito de stand-up de la ciudad.
Como bien pudimos comprobar en su show de cierre de la 1ª temporada, si por separado ya brillan con luz propia, juntxs, sobre el escenario, forman el dúo cómico perfecto para presentar el L.O.C.A Comedy.
Gala Final de Temporada (18 de junio de 2021)
Hace casi tres meses, en pleno mes del Orgullo LGBTQ+, el L.O.C.A Comedy ponía el broche de oro a su primera temporada con una sesión especial por la que veríamos desfilar a una selección de lxs mejores artistas que habían pasado por su escenario: Ignasi Taltavull, Rocío Raval, Sandra Roles, Eñaut Zuazo, Març Llinàs, Ricardo Moya y la actuación de la cantante, actriz y activista trans, Elektra Insogna.
Elektra fue la encargada de dar el pistoletazo de salida al show interpretando tres singles que el público recibió poniéndose en modo fiesta y coreando al son de las canciones. Una actuación que dejó el ambiente y los ánimos por todo lo alto para la llegada de Mai y Andrea, que aparecieron en el escenario con una energía arrolladora y tras una breve presentación y aprovechando el contexto del Orgullo LGBTQ+, dieron paso a un divertido vídeo con una especial reivindicación:
El primer cómico invitado de la noche, Ignasi Taltavull, puso el nivel muy alto con un texto muy personal y extremadamente divertido. ¿Qué os vamos a contar de Taltavull que no sepáis si estáis leyendo este artículo? Una actuación lúcida, brillante y original que provocó en el público carcajada tras carcajada y que acabó en ovación.
La actriz y cómica Rocío Raval ('Improderadas', '50 sombras de Andreu'),que hace poco estrenó su primer show personal, 'Ravalenguas', fue la siguiente en salir a escena y deleitarnos con su actuación. Con una energía y actitud que conseguían llenar todo el escenario y que nos conquistaron desde el primer momento, nos divirtió contándonos cómo hace para mantener una actitud positiva ante la vida.
Tras la actuación de Raval, Mai Boncompte volvió a escena con un número musical absolutamente desternillante en el que parodió la canción “Soy Minero” de Manolo Escobar convirtiéndola, al grito de “Soy bollera”, en un himno lésbico que hizo que la sala se llenara de risas, vítores y aplausos.
Era el turno de interactuar un poco con el público, y Boncompte y Farina hicieron subir al escenario a dos voluntarixs para proponernos un simpático juego que aprovecharon para dar rienda suelta a sus capacidades de improvisación.
El stand-up volvió a apoderarse del escenario de la mano de Sandra Roles, una de las mejores sorpresas de la noche, que empezó su actuación acribillándonos con chistes, uno detrás de otro, hasta que consiguió hacernos llorar de risa. La sala se deshacía en carcajadas con cada broma y con cada remate de Sandra, que aunque lleva poco tiempo en el mundo del stand-up comedy (aparentemente su primera vez habría sido en el L.O.C.A),tiene una dilatada experiencia en el mundo del teatro y la improvisación y dejó al público boquiabierto.
Eñaut Zuazo empezó su set con una actitud tranquila que fue perfecta para reposar después del atraco de risas que había sido la actuación previa a la suya, pero poco duró la tranquilidad, porque Eñaut pronto reveló una seguridad y una fuerza en el escenario que no habíamos tenido la suerte de verle hasta ese momento y que, acompañadas de un texto que enlazaba pequeñas historias, ocurrencias y observaciones, mantuvo las risas por todo lo alto durante toda su actuación.
El siguiente sería Andrea quién, esta vez en solitario, estuvo haciendocrowdworkcon el público, nos explicó la historia del L.O.C.A Comedy y nos ofreció algún fragmento de su unipersonal ‘Finoquio’ que, por cierto, este octubre vuelve a la programación de la Sala Ón (y te recomendamos encarecidamente que vayas).
Març Llinàs, guionista, formador sobre género, presentador del podcast ‘Mòbil, cartera, claus” y ahora también cómico, fue otra de las mayores sorpresas de la noche y el último invitado LGBTQ+ del show. Març nos presentó un texto muy divertido que ironiza y satiriza sobre sus experiencias y reflexiones como hombre trans, así como sobre su propio proceso de transición que, al ser quizás el set más corto de la velada, nos dejó con ganas de más. Un texto que podéis escuchar, en parte, en el show que tiene junto a Borja Calvo y Rako Ramos, ‘Fase Beta’, cuyas próximas fechas aún están por anunciar.
Ricardo Moya, el cómico ‘hetero’ invitado de la noche - músico y presentador de ‘El Sentido de la Birra’ - fue el encargado de darle un toque musical al cierre de la gala para lo que entre historias y chistes, interpretó unas cuantas canciones de su repertorio que volvieron a poner los ánimos del público por las nubes.
Esa alegría, esa sensación de haber estado dos horas sin parar de reír, es la que todavía nos invade cuando recordamos aquella noche.
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