'Cruïlla Comedy' Revival: descubre cómo fue la pasada edición
Te contamos cómo vivimos el Cruïlla Comedy del año pasado para ir calentando motores para lo que se viene
Queda menos de una semana para la celebración de la 4ª Edición del Cruïlla Comedy, la maratón intensiva de comedia dentro de la programación del Festival Cruïlla Barcelona que parece haberse convertido en una de las fechas clave del curso para los y las cómicas de gran parte del circuito de la ciudad.
Un año ha pasado ya desde la última edición. Un año durante el que han pasado muchas cosas y los festivales de comedia parecen haber empezado a reproducirse por esporas, sobre todo en Barcelona, que la temporada pasada, además del Festival Riu Estiu - que se desarrolló durante los meses de julio y agosto -, justo después del Cruïlla, se sacó de la manga una maratón de 12 horas de comedia de la mano de más de 70 artistas (‘LOLDayLong') y empezaba este año por todo lo alto celebrando el Festival InRisus con una variada programación de actuaciones de humor de todo tipo distribuidas en diferentes teatros y salas de la ciudad.
La ola de festivales de comedia continúa el jueves previo al Cruïlla Comedy, cuando el Teatre Golem’S acogerá el evento ‘Off Cruïlla’, una maratón de stand-up comedy - donde se sortearán entradas para el Cruïlla oficial - y participarán más de 30 artistas del circuito local, con interesantes visitas de cómicos y cómicas de la Comunitat Valenciana y Madrid .
Y aunque por el momento parece que los grandes eventos de comedia se toman vacaciones durante el mes de agosto, septiembre estará ya casi a la vuelta de la esquina y la ciudad empezará el nuevo curso con otro festival, ‘La Llama Fest’, que además de actuaciones de comedia incluirá talleres y charlas dentro de su programación.
Sin embargo, quizás por ser el más intensivo, el más multitudinario y el más longevo (ésta será su cuarta edición),y a juzgar por el entusiasmo demostrado en las redes por los propios cómicos y cómicas que actuarán en varios de estos festivales, el Cruïlla Comedy es, probablemente, el más esperado por muchos de ellos. No en vano, parte del premio que se llevará la persona ganadora del concurso de micromonólogos ‘3 minuts’ de Canal 33 (CCMA),será, precisamente, poder actuar en su escenario.
El cartel de la edición 2022 se hizo público hace meses y trajo consigo la mayor de las sorpresas: Michelle Wolf, la brutal y aclamada cómica americana con especiales de comedia en HBO y Netflix, encabeza un line-up con más de 40 artistas del stand-up comedy que durante el viernes 8 de julio y el sábado 9, desfilarán por las tablas del escenario Vallformosa e intentarán competir por la atención del público con las actuaciones musicales de Juan Luis Guerra, Rozalén, Tanxugueiras, Jack Black o Rigoberta Bandini (entre otros). No será demasiado difícil teniendo en cuenta el plantel de artistas invitados y a juzgar por lo vivido la edición pasada.
¿Y qué mejor manera de ir abriendo el apetito para el Cruïlla Comedy de este año que explicar cómo vivimos la edición anterior?
Quizás no será esta nuestra review más completa y detallada, puesto que vimos actuar a tantas y tantos cómicos que sería imposible dedicar un párrafo para cada uno, a lo que hay que sumar que ha pasado un año.
Sin embargo puede que sí sea la reseña más sincera y personal, puesto que los únicos recursos de los que disponemos para hacerla son nuestros recuerdos y unas cuantas fotos de calidad cada vez más dudosa a medida que iba cambiando la iluminación por ir adentrándonos en la noche.
¿Cómo vivimos el Cruïlla Comedy 2021?
El primer día
La primera memoria que guardo del Cruïlla del año pasado es algo que, por suerte, no vais a vivir este año.
Recuerdo la sensación de estupefacción que experimenté la primera vez que accedí a lo que mi cerebro caprichosamente prefiere recordar como el hangar de una extraña y aséptica estación secreta del FBI a la que yo (una agente de bajo rango, carente de medallas y experiencia) contra todo pronóstico y sin merecerlo, había sido destinada a trabajar a cambio de mantener la boca cerrada después de ser testigo de los chanchullos de mi superior. Un espacio amplio y diáfano decorado con catenarias de separación, portales en medio de la nada, controles de identificación y lleno de trabajadores escaneando códigos y batas blancas. Efectivamente, me refiero al lugar donde se realizaban las pruebas de antígenos que permitían (o no) la entrada al Festival, una medida de prevención que se planteó como experimento para intentar volver a realizar grandes eventos después de la pandemia de covid pero que afortunadamente ya no parece necesaria.
Quizás se ha notado en lo exagerado del párrafo anterior, pero era la primera vez que servidora asistía a un festival de música así que, cuando ya se me permitió la entrada al recinto y antes de llegar a la zona de risas, lo primero fue recorrer el área de food-trucks y dar una vuelta por los diferentes stands y escenarios del festival (haciendo un paradita en el concierto de Ana Tijoux).
Como de costumbre, Tomás Fuentes fue el encargado de conducir las veladas de comedia, caldeando el ambiente y presentando a cada artista antes de su actuación.
La jornada me deparaba ver las actuaciones de dieciséis cómicos y cómicas divididos en tres grandes bloques de aproximadamente una hora y media de duración. Recuerdo preguntarme en varias ocasiones si entre el público habría alguien que, cómo yo, estuviera en el Cruïlla sólo para ver el escenario del Comedy. Una duda que empezó a disiparse a medida que pasaba el día y las caras entre el público empezaban a hacerse cada vez más familiares:
“¿Te conozco de algo? ¡Ah, sí! De antes, que también estabas aquí. Así que sigues aquí, ¿eh? Muy Bien.”
Eñaut fue el primero en salir al escenario, con unos de sus textos más impecables, arrancando las primeras carcajadas y vítores del día. Le siguieron David Arnau, quien al final de su actuación nos atacó con una interminable batería de chistes (consiguiendo momentos de verdadera hilaridad),y la cómica Raquel Hervás, que básicamente llegó a reventarlo todo (creo que a estas alturas ya sabéis que tengo debilidad por esta artista - incluso ella debe saberlo - así que no me voy a extender y os remito a leer alguno de los artículos en los que le hacemos la pelota de lo lindo). Ramiro Ibarzo, el más joven de todo el cartel, vino con una energía mucho más relajada que la de Hervás (no es que fuera difícil) y, aunque a algunos nos costó un poco adaptarnos al cambio de paradigma, nos regaló algunos rematitos finos, finos.
Y volviendo al tema “cómicas que me flipan”, por último, fue el turno de Patricia Espejo, quién en realidad estaba programada para actuar en el último bloque pero salió a cubrir el hueco dejado por Ana Polo y Oye Sherman, que no pudieron asistir. Espejo es una reina. Incluso mantuvo el tipo cuando le pidieron que se extendiera un rato más para compensar por la ausencia de las cómicas y siguió ahí, sin parar de hacernos reír y llevándonos al fin del primer acto a tope de serotonina.
Después de un merecido descanso, sería el turno de la siguiente ronda de risas de la mano de ‘La Prados’ - que trajo un texto muy reivindicativo (a raíz de la polémica del año pasado sobre la Chocita del Loro) -, Adri Romeo, Ana López e Irene Minovas que, cada uno con su particular estilo, consiguieron desatar las risas de un público cada vez más numeroso. Y entonces fue el turno de Sergio Bezos. Para mí, que a esas alturas ya me había reído mucho, fue sin lugar a dudas la actuación más divertida de la noche: estamos hablando de que, literalmente, lloré de risa, de que unas pequeñas lagrimas decidieron abandonar mis ojos y deslizarse alegremente por mi cara debido a la presión que ejercían mis músculos faciales sobre los lagrimales al no parar de reír.
Estábamos tan arriba que el siguiente cómico en salir lo hizo entre vítores y mientras coreábamos su nombre: era Ignasi Taltavull, quién después de su actuación invitaba a Tomás Fuentes a subir al escenario para intentar traer el formato de su podcast ‘La Ruina’ al Cruïlla Comedy y así cubrir el hueco de otro ausente Enzo Vizcaíno. Cuando, de repente, las luces enfocaron al público para que un intrépido Taltavull se lanzara a pasearse por las gradas preguntando ‘ruinas’ a los asistentes, fuimos conscientes de que el aforo de sillas y gradas de la zona de comedia empezaba ya a llenarse.
Después de otro descanso, llegaba el broche final de la noche, con las esperadas actuaciones de Antonio Castelo, Paula Púa e Iggy Rubín - quienes, evidentemente, no defraudaron - y un divertidísimo Xavi Daura que no recuerdo muy bien de qué habló y lo único que tengo claro es que entró cantando un tema de Nena Daconte y dejó al público muy arriba antes de “bajar el telón” (no había ningún telón). A decir verdad, no retuve demasiadas cosas sobre este último bloque de artistas aparte de que estuvieron a la altura del espectáculo, pero creo que el cansancio empezaba ya a pasarme factura (debían ser las 2:30 de la mañana).
Ya de camino a la salida, recuerdo cruzarme con una cara familiar y reconocerla como la del cómico y presentador David Broncano, que aunque no actuó, seguramente estaría allí para disfrutar de las actuaciones de sus compañeros, de algún concierto o en plan cazatalentos. No lo sabemos, no le pregunté, me estoy inventando las razones, pero... ¿pocas opciones más quedan, no?
El segundo día
Sábado 10 de julio, siete de la tarde: esta vez acudimos Antonio - el otro miembro del equipo, que el primer día estaba impedido arreglando unos asuntillos de la web (aquí tienes un hilo de Twitter que lo explica) - y yo.
Lo primero que nos sorprendió al llegar al escenario de comedia fue la cantidad de gente que ya estaba esperando a que empezara el primer bloque de cómicos. Calculo - sin ningún tipo de método o rigor - que había más del triple de personas que el día anterior a la misma hora. Y eso que los artistas del line-up del primer bloque, aunque la mayoría estaban entre mis favoritos, no eran el plato fuerte de la noche. ¿Si ya entonces estábamos así, cómo íbamos a estar cuando saliera Ignatius?
La tarde empezó fuerte con las actuaciones de Alexis Díaz, Arnau García (quién a pesar de ser el segundo en salir y ser aún de día, lo petó muy fuerte),Marc Oliva, Albert Floyd, Carmen Romero y Marc Sarrats, que pese a presentar textos y performances de distinta temática y estilo, tuvieron en común una querencia al humor negro y al brutalismo que aunque en alguna ocasión una parte (pequeña) del publico no supo entender, en general funcionó muy bien y levantó muchísimas carcajadas especialmente durante los sets de García, Floyd y Sarrats.
La oscuridad ya había teñido el cielo cuando empezó la segunda ronda de cómicos de la noche de la mejor manera posible con la actuación de Lalo Tenorio, a quién hasta el momento no habíamos tenido la suerte de ver en directo.
Inés Hernand y Galder Varas, a dúo, subieron al escenario a sorprender al público con unas pinceladas de su show ‘Ni puta gracia’, con el que estaban de gira en aquel momento, antes de que Inés lo petara con la movida de Eurovisión y de que Galder se convirtiera definitivamente en una estrella de las redes sociales con sus clips de crowdwork. Entonces fue el turno de Luis Álvaro, quién nos dio exactamente lo que esperábamos de él y con su característica actitud, energía y velocidad vocal, nos disparó varias ráfagas de chistes en formato one-liner que nos dejaron como si nos hubieran pegado una paliza, pero con una sonrisa en los labios. Modgi, el único cómico catalán de esta franja, fue el siguiente en salir, pero si quieres saber cómo es ver a Modgi haciendo stand-up comedy, te invitamos* a ver su especial autoproducido recién estrenado (*Era una manera de hablar. No te invitamos, los siete euritos que cuesta los tienes que poner tú).
Para cerrar el bloque, Valeria Ros primero, y Yunez Chaib después, nos ofrecieron algunos de sus bloques más conocidos.
Si hemos de ser sinceros, recordar algo del contenido de esos bloques ha requerido que preguntáramos a otras personas (gracias @Laberios) porque a mitad del set de Valeria fui sorprendida por un episodio de malestar general, calores y sudores fríos que me hicieron perder por completo la concentración y que para cuando llegó el turno del bueno de Yunez, ya se habían convertido en una imperiosa necesidad de vomitar o morir, y eso que sólo me había tomado dos vasitos de cerveza. Os ahorraré detalles porque no fue bonito, la verdad.
Durante el descanso entre franjas, una cantidad abrumadora de cada vez más gente esperaba a que empezara la siguiente y última ronda de cómicos y cómicas. El broche de oro y cierre del Cruïlla Comedy 2021. Pocos miembros de la audiencia se habían atrevido a abandonar la silla porque hordas de gente ávida de comedia amenazaban con tomar posesión de todo.
En el momento en que la maravillosa Eva Soriano subía al escenario, servidora seguía fuera de la zona de comedia, vomitando por las esquinas y perdiéndose una de las actuaciones que con más entusiasmo había estado esperando, mientras más y más gente se agolpaba en el escenario, se sentaba en el suelo en cualquier hueco libre y mi compañero luchaba con uñas y dientes porque mi silla, vacía, no fuera usurpada por alguna de las personas del público que, ante su negativa a ceder mi asiento, le miraban con cara de desaprobación.
¿Es la risa la mejor medicina? No lo sé. Lo que sí sé es que cuando Eva, después de hacer algo de crowdwork, se arrancó con su hit ‘El Pigmentón’y los primeros versos “llega el verano lo voy a pasar mal, voy a la playa, me quiero bañar” llegaron hasta mis oídos, empecé a sentirme mejor y pude recomponerme y llegar a tiempo para aplaudir junto al resto del público. No sabía cuánto rato iba a aguantar mi mejoría, pero lo que sí sabía es que a Danny Boy-Rivera iba a verle actuar aunque me estuviera retorciendo de dolor. No hemos sido capaces de recordar el bloque de Danny, aunque sé que me lo pasé embobada y guardo en mi memoria el momento en el que, durante unos segundos hicimos contacto visual y, brevemente, sentí que la historia me la estaba contando solo a mí (fue fácil, ya que estábamos sentados en la primera fila, justo en el centro).
Después, llegó la actuación de Pablo Ibarburu cuyo recuerdo tenemos bastante borroso y se entremezcla con la vez que fuimos a la ahora cerrada Sala Barts a verle hacer su unipersonal ‘La Hora de Pablo Ibarburu’. Estamos casi seguros de que hizo su imitación de la cantante argentina Nathy Peluso y de que a esas alturas el público estaba ya desbocado. Así que cuando fue el turno de Charlie Pee (que jugaba en casa y tenía a la audiencia completamente entregada desde el primer segundo) y empezó a jalear a las masas con esos gritos tan característicos de su estilo y a hacer los bloques de stand-up que hizo ante una multitud que, en parte ya iba bastante ‘lacasito’, se acabó de desatar la fiesta. Pero aún faltaba más.
Faltaba Ignatius Farray. Lo de Ignatius fue brutal. Filas y filas de gente sentada en el suelo enfrente del escenario, a los lados de los asientos, aprovechando cualquier hueco entre sillas y entre los pasillos de las gradas para estar más cerca del ahora gurú de Twitch Juan Ignacio… ¡y casi me olvido de los hooligans pasados de rosca que gritaban cosas! Desde el escenario, Ignatius nos ofreció un espectáculo que podríamos resumir como una misa-mitin delirante en contra de la ultraderecha y un canto de exaltación a la comedia, que acabó, como no podía ser de otra manera, con la aparición estelar de pollita de Troya mientras la locura y el histerismo se desataba en la zona del público y la gente se ponía de pie y gritaba y saltaba casi como si hubiera conseguido alcanzar una especie de éxtasis místico (o no tan místico :guiñoguiño:)
La fiesta terminaba con todos y todas las cómicas presentes subiendo al escenario de nuevo para alzar por los aires al anfitrión de la noche y manejador de los hilos del festival, Tomás Fuentes.
Si queréis documentos gráficos, os dejamos aquí, de regalito, los reportajes que hicieron tanto los chicos de Estamos al Toque, como Phi Beta Lambda:
- Infiltrados en el Cruïlla Comedy (Estamos al Toque)
- ¿Cuanto vale el outfit de los cómicos? (Estamos al Toque)
- Visitamos el Cruïlla Comedy (Phi Beta Lambda)
¿Qué pasará en la edición 2022 del Cruïlla Comedy?
Además de las y los cómicos que después de su actuación en 2021 vuelven al cartel, el Cruïlla Comedy, este año nos ofrecerá aún más artistas que hasta el momento no habían participado del Festival.
Empezando por el bombazo de tener a Michelle Wolf en el cartel (quien parece haberse integrado a la perfección en el circuito de comedia de la ciudad) y de traernos a la queridísima estrella del podcasting y cómica, Carolina Iglesias (quizás la última oportunidad que tengas de verla actuar en Barcelona, porque entradas para el último show de 'Estirando El Chicle' en la ciudad condal, ya no quedan), el Cruïlla 2022 también nos traerá, en lo que es su edición más internacional, las actuaciones de Andrea Farina, Alex Ayres y Marnie Manning.
No se queda corta la programación en cuanto a talento local y catalán, y además de recuperar a Oye Sherman, Ana Polo y Enzo Vizcaíno (que no pudieron actuar en 2021),contarán también con la presencia de los cómicos Godai Garcia, Vanessa Valero, Manel Vidal, Pol Mallafre (Mockudrames),Març Llinàs y Sami Hannah.
Del ambiente madrileño tendremos a Carlos Librado (Nene) y Miguel Iríbar, quienes también se estrenarán este año en el Cruïlla Comedy y seguramente estarán muy bien arropados por los phibetosMiguel Campos y Jorge Yorya (que ya participaron en ediciones anteriores). De la misma manera, el cómico Kike García (El Mundo Today) que aunque no estuvo en 2021, sí lo hizo en 2019 y 2020, este año volverá a repetir, en lo que probablemente sea su última actuación de stand-up comedy de la historia😉 .